Atardecer en rojo, de Dionisio, pintor asturiano.
En el silencio de mi soledad camino cual fantasma eterno por el tiempo de lo ya vivido, parándome en cada recoveco, escudriñando cada minuto, gozando doblemente de las delicias vividas, pasando por alto las desdichas; por eso en mi soledad silenciosa nunca estoy sola, es un mundo rosa el que palpita y me tiende su mano milagrosa para despertar doblemente animosa y seguir disfrutando del día a día en mi soledad....... sin estar sola, desechando los inconvenientes con mi fuerza protectora.
Leonor Rodríguez Rodríguez.
1 comentario:
dicen que la fuerza esta en uno y que lo demás son engaños para los débiles de voluntad...yo también regreso a ese verano hermoso corriendo en la arena descalzo y jugando con las olas....cuando hace frió.
Publicar un comentario